La Coordinadora contra la Represión Policial e Institucional, presentó un documental sobre el crimen de Walter Bulacio, caso clave en la riña rock vs. represión policial.
"Yo sabía, yo sabía, a Bulacio lo mató la policía", solía corearse en los conciertos de rock en la década del 90, justo antes o después del aún vigente “El que no salta, es militar”. Veinte años después del asesinato de Bulacio, un documental sobre su muerte comienza con la pregunta: ¿sabes quién es Walter Bulacio?, a la que muchos adolescentes responden “no”.
Más de 200 espectadores llenaron el auditorio del Hotel Bauen donde el pasado miércoles se presentó el documental ‘Yo sabía que a Walter lo mató la policía’, una película producida por la Coordinadoara contra la Represión Policial e Institucional (CORREPI) que toma como punto de partida el asesinato de Walter Bulacio, a manos de la policía federal, para demostrar cómo este caso, que fomentó la creación de la CORREPI, “No es un caso aislado, sino un accionar sistemático de las fuerzas represivas del Estado que asesina a una persona cada 28 horas”, aclara María del Carmen Verdú.
Después de esas palabras y antes de la proyección, la titular de la CORREPI y abogada de la familia Bulacio, pidió a los presentes, familiares de víctimas del gatillo fácil y la represión policial que se pongan de pie, y fue entonces que el auditorio les brindó en un cerrado aplauso, para ellos, sus familiares y su incansable lucha por justicia.
Walter era un pibe de 17 años que junto a sus amigos fue detenido, el 26 de abril de 1991, en una razzia policial, en la puerta del viejo estadio Obras Sanitarias, adonde había ido a ver un show de Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota.
Todos terminaron en los calabozos de la Comisaría 35 de Nuñez. Pero sólo Walter fue a parar al hospital debido a los golpes que recibió y causaron su muerte unos días más tarde.
Según los productores, el documental no solo relata la historia de Walter y la lucha de su familia junto a la CORREPI a lo largo de estos 20 años, sino que también denuncia “que el gatillo fácil y la violencia policial siguen vigentes al día de hoy en la Argentina”. La idea de CORREPI es llevar la película por todo el país y poder presentarla en colegios y en barrios.
Desde la pantalla, un familiar de otra victima de gatillo fácil resume el mensaje propuesto, “Lloramos mucho, pero nos secamos las lágrimas y salimos a luchar”.
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