Era el libro que le faltaba a la historia del rock nacional y que, desde hace tiempo, la gente pedía a gritos. Era el libro que debía indagar en la vida de quien fue una de las personalidades más aclamadas, queridas y respetadas del ambiente artístico argentino. Finalmente ese libro llegó. Después de cuatro años de investigar a fondo, recopilar un centenar de inéditas anécdotas y quemar turbinas en más de 60 entrevistas a reconocidos personajes (incluida una al “rey del blues”: B.B King), el prestigioso periodista de rock Sergio Marchi, conocido por sus trabajos en la Rock & Pop y por haber escrito la biografía oficial de Charly García (“No digas nada”), dió luz a su más ambicioso proyecto hasta el momento: “Pappo: El hombre suburbano”, editado por Planeta.
“Fue un largo y agotador camino. Se darán cuenta cuando lo lean. Cuando ví las copias digitales sentí una profunda emoción, mayor quizá a la de otras obras que escribí. Ese sentimiento fue distinto también porque Pappo ya no está entre nosotros. Lo escribí con mi mayor amor, ya que su vida no estaba bien documentada”, posteó Marchi en su blog, "www.http://futuroi.blogspot.com, días antes del lanzamiento de su obra. Además agregó: “Me ayudó muchísima gente, mucha más de lo que se aprecia en el libro. Porque quizás el que me daba un dato conoció a Norberto circunstancialmente y sin tener la menor idea esa información terminaba ayudándome a dilucidar un enigma. Pappo vive en todos los que lo quisimos y admiramos a través de su música. Solo espero que este libro ayude a que aquel que lo lea sepa que la magia existe y que no se puede expresar con palabras”.
Con respecto a la personalidad de Pappo, la obra deja entrever, a lo largo de los distintos relatos, las dos caras que lo caracterizaron en su vida: la de un hombre sensible, amable y delicado o la del tipo frontal, chocante, ácido y sin vueltas. A lo que concierne en cuanto a su arte, quien haya escuchado algún tema o visto un recital de Norberto Napolitano entenderá perfectamente lo que Marchi quiso decir con que “la magia existe”. Mediante sus delicados o virtuosos solos de viola, sus tristes baladas bluseras o agresivos riffs rockeros y sus deliradas letras, Pappo logró en sus fans establecerse como una especie de semi-dios, infinito e inalcanzable. Sin embargo, existe una sola definición que cuaja en “El Carpo” a la perfección: la de rockero. Su guitarra Gibson Les Paul, motos Harley Davidson, chaquetas de cuero y voz grave serán marca registrada de éste emblema del rock por el resto de los días. No hay más nada que decir… simplemente ¡Viva Pappo!
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